- Poca constancia: Esta meta requiere esfuerzo constante y que no decaiga el ánimo. Es necesario dedicar tiempo para leer escribir y leer muy a menudo, prácticamente a diario. Quizá también es necesario hacer repetidas publicaciones propias donde sea necesario con tal de abrirse un poco de camino entre los lectores y también en el mundo editorial. Esto puede trabajarse, pero es necesario tener presente que ello requiere mucho esfuerzo.
- Desmotivación: hay momentos en que las ganas de escribir pueden desfallecer, bien por circunstancias personales o por malas experiencias relacionadas con la escritura o por no alcanzar las metas propuestas. Es necesario aprender a superar esta dificultad, quizá teniendo que recurrir a algún pilar que levante el ánimo o me empuje a continuar.
- Falta de inspiración: Enfrentarse a la página en blanco es algo que ya creo tener superado, pero puede haber momentos en que falten ideas para escribir o no vea cómo ni por dónde continuar una historia. A veces las ideas también hay que atraparlas al vuelo, escribiéndolas en el momento para no olvidarlas y dándoles forma más tarde. La inspiración tal vez es algo que “viene y va”, pero como todo, creo que también se puede ejercitar y más si dedicamos momentos específicos para pararnos a pensar y observar el mundo.
- Que nadie lea lo que escribo: no hay escritor sin lector. Si escribo y publico mis escritos en cualquier pequeño medio como un blog, una revista o un periódico y estos no se leen, tal vez haya fracasado como escritor y sea necesario replantearse un nuevo camino literario o una imagen que me haga deseable o al menos interesante para ser leído. Esto no puede ser controlado en tanto no conozca al lector y sepa cuales son sus intereses. Estos intereses del lector pueden estar formados por inquietudes y gustos personales, pero también pueden ser influenciados por modas o publicidad de otros escritores más destacables.
- Que nadie me conozca para interesarse por lo que escribo: si quiero llegar a ser escritor, haciendo algo más que autoeditar, es necesario ganarse a un grupo creciente de lectores a los que hay que satisfacer sus expectativas, necesidades o intereses. Si este grupo crece y tiene movimiento y cierta repercusión, hay más posibilidades de que una editorial se interese por lo que escribo.
- Pereza: Dedicar tiempo diario para escribir, como ya se ha reflejado, requiere motivación, constancia y dedicación. Pero pueden abundar los momentos en los que literalmente no hay ganas de hacer nada, y mucho menos escribir. Además, de este oficio sin horarios, sin plazos de entrega, sin pedidos que finalizar, sin un jefe o un supervisor vigilando lo que haces, requiere de mucho empuje personal. Es necesario dar con un impulso que combata esos momentos de pereza. Esta no me parece tarea fácil.
- Sueño: el horario de trabajo, las responsabilidades y obligaciones personales o familiares y la actividad física de la vida diaria... pueden provocar cansancio o que no quede mucho tiempo material que dedicar para escribir si no lo quitamos de algún lado. Por mi parte, sólo puedo disponer de ese tiempo cuando mi familia duerme, o bien durante la siesta o tarde por la noche después de que se hayan acostado o bien temprano por la mañana cuando aún no se han levantado, y eso sí, siempre que yo no esté especialmente cansado.
domingo, 21 de julio de 2013
DIFICULTADES PARA SER ESCRITOR
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PERSONAL
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