Ante
la llegada del año nuevo, algunas personas tienen cierta costumbre de hacer
algunos propósitos para tratar de alcanzar en el año que se inicia. Por estas
fechas, el año pasado ya planteé algunas ideas que cualquiera podría aplicarse. En ellas se mostraba
principalmente la intención de querer ser mejores personas. Por ejemplo, siendo
que vivimos en un país en el que los medios de comunicación reportan continuos casos
de corrupción política, o por nosotros mismos, sin que nadie nos reporte nada,
podemos darnos cuenta de la falta de civismo de muchas personas, entre otros
muchos males que nos azotan, podríamos haber tratado de alcanzar algunos de los propósitos planteados.
Por
mi parte, considero que ahora es el momento de hacer un balance y ver qué tal
ha sido el año que queda atrás, qué he logrado y plantearme también ciertos
objetivos hacia los que ir dando mis pequeños pasos.
A
nivel de escritura, podría decir que ha sido un año interesante, en el que he
escrito y publicado la novela titulada “El juego”,
con la que he disfrutado mucho. Si abordo el tema de las ventas, he de anotar
que no he publicitado mis novelas en más sitios que en mis propias bitácoras, y
aún así puedo decir que se siguen manteniendo en sus versiones digitales,
aunque sea a niveles muy elementales, claro está que no soy nadie, muy poca
gente me conoce y por si fuera poco, buena parte de mis libros están escritos
en valenciano.
A
nivel de lectura, este año he leído mucho más y he disfrutado de buenas novelas
para llenar mi tiempo de ocio, como hace bastante que no lo estaba haciendo.
A
nivel físico, he dejado atrás la etapa de los 30 y me sigo manteniendo en forma,
aunque ya voy notando el peso de los años, principalmente en mis maltrechas
rodillas, pero por el momento aún sigo siendo capaz de subir un escalón de más
de un metro de altura de un salto. También perdí bastante peso, pero como
siempre, poco a poco recupero lo perdido porque soy persona de buen comer y el
ejercicio físico no es una de mis metas.
A
nivel familiar, puedo decir que me siento muy satisfecho con mis dos hijos y mi
relación de pareja también se mantiene estable y por mi parte, yo considero que
resulta una etapa muy bonita en la que me siento feliz.
A
nivel de relaciones personales, creo que este año he mejorado bastante tratando
de esquilmar mi timidez, que entre otras es una importante barrera impresa en
mi carácter. Aunque pueda parecer que queda muy atrás, aún tiene matices que
hacen que me siga costando relacionarme adecuadamente con los demás, por tanto,
debo seguir trabajando en ello.
A
nivel laboral, considero que he mejorado mucho, tengo mayor implicación,
responsabilidad y ocupación en mi puesto. También me siento mucho más a gusto
que en otros momentos, que me hacen seguir adelante con ilusión.
A
nivel económico, en comparación, actualmente mis ingresos son iguales que los
de hace doce años aunque el precio que he de pagar por los alimentos, la luz e
impuestos son mucho mayores, pero como en casa somos como hormiguitas, que no
viven por encima de sus posibilidades, ni tampoco hacemos gastos innecesarios,
tenemos una economía doméstica bastante estable aunque en ligero declive porque
sólo yo aporto ingresos en casa y estos cubren lo necesario para
ir cubriendo gastos y poco más. Por suerte, de vez en cuando me llega algún plus de actividad que rescata esta pequeña economía.
A
nivel social, aunque el voluntariado queda atrás, sigo realizando mis donaciones
de sangre; continuo con mi trabajo, en el que se desempeña una labor social; sigo con mi escritura tratando de aportar reflexiones para vivir en un entorno mejor, y recientemente también he iniciado mi labor en una asociación escolar,
por lo que voy aportando mi grano de arena al mundo.
Y
por último, a nivel formativo, sin esperarlo ni buscarlo, este año ha sido muy
intenso y productivo, habiendo adquirido formación sobre creatividad, retoque y diseño fotográfico, diseño de
páginas web y aplicaciones móviles o coaching.
¿Y
tú? ¿Cómo ha sido el año que dejas atrás?
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