Una vez identificado nuestro contexto y
antecedentes y la idea que queremos llevar a cabo, toca analizarnos a
nosotros como autores o emprendedores de un determinado proyecto. Si
queremos alcanzar una determinada meta, es importante saber ser
crítico con uno mismo y ver tanto lo bueno como lo malo; conocer
nuestros defectos y virtudes, nuestras capacidades, las limitaciones
que tenemos, nuestra actitud, dedicación, etc. o cómo nos afecta el
momento y entorno en que vivimos. Así pues, deberíamos registrar
todo esto y también qué imagen tenemos de nosotros mismos y de
nuestra actividad o proyecto, pero igualmente sería necesario
conocer cual es la imagen que los otros tienen sobre nosotros y sobre
nuestro trabajo, hecho que sólo nos lo podrían aportar otras
personas y si hay sinceridad, quizá descubramos cosas de nosotros
mismos que no nos gustan. Sólo de este modo podremos contrastar
realidades y ver si estas coinciden para ver qué medidas tomar.
Si queremos lograr el éxito de nuestro proyecto,
es necesario un compromiso personal y realizar todas las acciones y
trabajos necesarios para alcanzar los objetivos del mismo. Esto
lógicamente comportará explorar y probar nuevas maneras de hacer
las cosas, salir de las rutinas y hábitos que tenemos, movernos en
determinados ámbitos que no conocemos. Esto obviamente tendrá un
coste. No me refiero aquí a un coste económico, que podría
haberlo, sino a un coste personal, de esfuerzo, de sacrificio. Por
poner un ejemplo más claro, si nuestra meta o proyecto fuese bajar
de peso, deberíamos cambiar hábitos alimentarios, reducir la
ingesta de calorías, eliminar la comida basura o los dulces que
tanto nos gustan, ver qué nos genera ansiedad y si esta la
descargamos con la comida; lógicamente también sería necesario
dedicar tiempo a hacer más ejercicio y todo esto, además del
sacrificio que comportaría, también podría requerir comprar una
comida más sana y apuntarnos a un gimnasio, hecho que efectivamente
conlleva un gasto por la cuota mensual o el equipamiento necesario,
aunque quizá también podría haber diferentes alternativas.
Entre otras herramientas (como por ejemplo podría
ser la
rueda de la vida, que analiza distintas parcelas que conforman
nuestra vida y nos permite tener una visión clara y general de lo
que sucede en ella y lo que quisiéramos cambiar o mejorar), existe
un instrumento, que aunque pudiese parecernos un poco más técnico
es realmente sencillo y resultará más específico y útil en este
proceso de análisis personal de cara a lograr un determinado
objetivo: el DAFO, cuyas siglas parten de las palabras Debilidades,
Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
El método DAFO
tiene como objetivo fundamental poner de manifiesto nuestros puntos
fuertes y los puntos débiles a nivel interno, así como los dos
factores externos principales que influyen sobre nosotros: las
oportunidades existentes en el entorno y las amenazas reales y
potenciales que pesan sobre el desarrollo de nuestro proyecto.
En
este caso sí que voy a permitirme poner rápidamente mi ejemplo
personal. Mi proyecto: Escribir una novela.
Factores Internos
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Factores Externos
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DEBILIDADES
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AMENAZAS
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FORTALEZAS
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OPORTUNIDADES
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En este momento ya tenemos una imagen sobre
nuestra situación: Dónde estoy. En mi caso veo que a nivel interno
hay bastante material, pero hay muy poco a nivel externo. Ya tengo
una idea de qué he de pulir y esto me permite ser consciente por mi
mismo de las medidas que debería tomar al respecto. Habría que
ponerse a ello, pero eso lo veremos más adelante. Así pues, ahora
igualmente faltaría definir dónde quisiera llegar y establecer
algunos plazos para medir nuestro avance.
Visto más o menos esto, es importante tener en
cuenta que también deberíamos ser bastante críticos porque lo que
nosotros podríamos considerar una fortaleza podría convertirse en
una amenaza y viceversa. Por ejemplo, una estabilidad familiar o
laboral que vemos como algo bueno o positivo, puede suponer que nos
acomodemos en nuestro estado y no avancemos hacia otro camino en el
que podríamos vivir grandes experiencias o incluso descubrir o hacer
algo mejor. Pero igual que una experiencia negativa pudiese
hundirnos, también podría darnos fuerzas para luchar por subsistir
y avanzar. Es importante esto. Si no somos autocríticos o
imparciales, igualmente podríamos vernos como fieros leones aun
siendo mansos gatitos. Hemos de tener en cuenta que ha de
existir un deseo de mejora y pensar que todo se puede hacer siempre
mejor.
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